Luz, madera y piedra son los principales protagonistas de esta vivienda con una localización privilegiada en Madrid. Por su clima y su altura, la terraza tiene un peso importante en la vivienda y la comunicación con el interior es natural. Los tonos suaves son el vehículo perfecto de la luz natural que baña toda la estancia, llenándola de vida.
La paleta de colores naturales es la columna vertebral de este proyecto. Los grises y beiges dan continuidad y fluidez al hogar, proporcionando la base idónea para que brillen otros elementos decorativos. Los colores neutros crean una base relajante, proporcionando un lienzo en blanco para la incorporación de la madera y la piedra.
Estos dos elementos son clave y se entrelazan a lo largo de la vivienda creando una síntesis armoniosa entre lo rústico y lo contemporáneo. La piedra, utilizada en detalles arquitectónicos y revestimientos, aporta solidez y un toque de elegancia, mientras que la madera se convierte en la fuente de calidez que abraza cada estancia, desde el suelo hasta los muebles y accesorios.
Existe una coexistencia natural entre las zonas de trabajo y descanso en lugar de una separación drástica. En ocasiones es complicado diferenciar el trabajo del ocio, las líneas se desdibujan y, a igual que estos espacios, es necesario que fluyan entre sí.
La iluminación artificial, cuidadosamente seleccionada, complementa la natural y destaca características específicas para crear ambientes acogedores durante las horas nocturnas. Una vivienda funcional que transmite clase y armonía.
Centro
Saltoki Home Madrid
Interioristas
Cano y Escario, Nuria Ábrego y María Puy